Sublime gracia del Señor
Que a mi pecador salvó
fui ciego mas hoy miro yo
perdido y el me amó.
En los peligros o aflicción
que yo he tenido aquí
su gracia siempre me libró
y me guiará feliz.
Y cuando en Sión por siglos mil
brillando este cual sol
yo cantaré por siempre allí
su amor que me salvo.